Cuando vemos un espacio, seguramente una persona se siente más atraída por los más luminosos. Cómo conseguir que esa sensación se sostenga en todo momento. 

Una buena iluminación puede mejorar cualquier ambiente, así como una mala puede hacer que se vuelva inhabitable, porque las tareas a realizarse en él pueden ser casi imposibles de hacer. Por eso, es necesario aprender a aprovechar la luz natural, y también a equipar correctamente cada espacio. 

“El tema de la luz es sumamente importante en la concepción de un espacio, ya que un área o habitación mal iluminada, no solo genera disconfort, sino que puede provocar problemas relacionados a la salud”, advierte Fernanda Smith, gerente de Marketing, Comunicación y Producto de Häfele. 

Los expertos y profesionales que se dedican a estudiar y componer soluciones lumínicas “intentan reproducir un ambiente de características naturales, dónde la iluminación artificial intenta acercarse a las características más esenciales de la iluminación natural”, resalta Smith.

Además, la iluminación es uno de los principales aspectos en la decoración y diseño del hogar. “Se la utiliza mucho de manera focal, para generar un mayor atractivo al objeto o espacio que se enfoca con la luz. En las estanterías, las luces dicroicas resaltan el contenido de cada estante, dando sombra a los contornos de los mismos. Para las mesas, se puede jugar con varios tipos de altura en las lámparas colgantes que apuntan a la misma”, detalla Alejandra Arboleya, del departamento de Marketing y Diseño de FC Hogar & Deco.

¿Qué luz es mejor para la casa?

Cada ambiente requiere cubrir aspectos esenciales, funcionales y también decorativos. “Para eso la intensidad, calidad y temperatura de la luz juegan un papel preponderante. Y por supuesto la actividad que cada persona realiza en estos espacios colabora en definir la participación de dichos elementos”, dice Smith. 

Por ejemplo, según la gerente de Häfele, “para aquellas personas que utilizan el espacio de cocina en horarios vespertinos o nocturnos deberá tenerse en cuenta para reforzar adecuadamente la interacción. Sin embargo, en los momentos donde la luz natural esté presente, la iluminación aplicada sólo deberá acompañar de manera armónica la presencia natural”.

“Un tip para conseguir una agradable sensación de tranquilidad es instalar una lámpara de pie, de bajo consumo, dirigida hacia el techo”, aconseja Arboleya.” “Por otro lado, la iluminación ambiental se usa para marcar ciertas zonas, bien porque son las más utilizadas o porque queremos crear distintas sensaciones. Se pueden usar lámparas halógenas equipadas de un regulador o un transformador de baja tensión”, sugiere. 

Cómo iluminar cada ambiente

El arquitecto Eduardo Breide, del equipo de MAHE Desarrollos Inmobiliarios, es claro al detallar cómo dar luz en cada espacio:

• Comedor: lo ideal es recurrir a una luz suave, cálida y que no entorpezca con la mesa. Generalmente se utilizan lámparas de techo que no sean demasiado intensas. 
• Baño: usar focos empotrados es la forma más común de iluminación general de este espacio, porque es discreta y muy funcional. Además, allí los espejos amplían los ambientes y dan sensación de más claridad. 
• Cocina: se recomienda usar luz fría en las zonas en las que se preparan alimentos, pues así se puede ver mejor el color de los mismos. Por otro lado, la luz cálida es perfecta para la zona en la que comemos, porque crea un ambiente hogareño.
• Escritorio: con las nuevas formas de trabajo es un espacio en donde se pasa mucho tiempo, por eso es muy importante iluminarlo de forma que no aumente o genere el estrés laboral. Las luminarias de LED son la opción más recomendable.

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