Debe su nombre a la estación del ferrocarril Coghlan. El barrio tiene forma de pentágono. Si bien muchas casas poseen sus propios jardines, el barrio también ofrece pintorescas plazoletas.
Aunque suene extraño, el barrio tiene su propio Obelisco: una torre de ladrillos que se eleva como faro de ventilación, con una altura de 35 metros.
Como arquitectura, vale admirar la capilla del hospital que se aprecia sobre las calles Roque Pérez, Monroe y Rivera.
Los filósofos Plutarco y Sócrates son recordados en dos pasajes porteños que están situados en este barrio, que además posee hermosas fachadas, muchos árboles y plantas, pájaros y el encanto de lo cotidiano.