San Telmo, uno de los más antiguos y tradicionales barrios de Buenos Aires, ha sido un testigo impasible de gran parte de los hechos trascendentales de la historia de la Ciudad de Buenos Aires.
San Telmo fue habitado por las familias más ricas de la ciudad hasta que, en 1871, la epidemia de la fiebre amarilla asoló la zona y los supervivientes se desplazaron hacia el norte de la ciudad.
Tras la huida de las familias acomodadas, los inmigrantes europeos aprovecharon las edificaciones coloniales agolpándose en los llamados "conventillos", en los que las familias malvivían hacinadas en pequeños cuartos.
Mientras el norte se enriquecía, San Telmo llegó a un punto de decadencia muy elevado, por lo que se consideró su demolición. En 1970 se creó la feria de antigüedades de la Plaza Dorrego y se tomó la determinación de conservar el importante patrimonio arquitectónico de la zona. El corazón de San Telmo se traza sobre la calle Defensa desde la Plaza Dorrego, la más antigua de la ciudad después de la Plaza de Mayo hasta el parque Lezama, Cada domingo la plaza se convierte en el escenario de una peculiar e interesante feria de antigüedades. En el punto medio de la traza se ubica PH eco 3 rodeado de bares, muesos, y toda la movida turística.
San Telmo es uno de los barrios mejor conservados de la ciudad y está repleto de lugares de interés como el Zanjón de Granados, el Museo Penitenciario, museo de arte moderno, o lugares tan curiosos como la Casa Mínima.